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28 de octubre de 2025IA y aprendizaje automático

Fraude impulsado por IA generativa: detección, prevención y el futuro de la gestión de riesgos

AI-Driven Generative Fraud: Detection, Prevention, and the Future of Risk Management
Tipos de fraude con IA generativa arrow

La naturaleza del fraude ha cambiado: pasó de la automatización basada en reglas a modelos adaptativos capaces de aprender y evolucionar. La IA generativa ha introducido un nuevo nivel de complejidad, haciendo que el comportamiento fraudulento parezca más realista y se adapte mejor a los sistemas de detección. Para las instituciones financieras, esto implica un cambio hacia una prevención basada en la inteligencia — sistemas capaces de identificar patrones de riesgo incluso cuando las interacciones del usuario son simuladas.

Este artículo analiza en profundidad el fraude con IA generativa: cómo funciona, cómo detectarlo y qué se puede esperar a continuación. Ofrece una guía estratégica y marcos aplicados para ayudar a las organizaciones a enfrentar los riesgos emergentes mediante tecnologías avanzadas de detección.

Tipos de fraude con IA generativa

La IA generativa abarca una amplia gama de tácticas y modalidades, cada una de ellas aprovechando contenido sintético para engañar a sistemas o personas. Comprender sus variantes es el primer paso hacia una defensa efectiva.

1. Suplantación con deepfakes y estafas con medios sintéticos

Una de las categorías más visibles es el fraude habilitado por deepfakes. Los atacantes generan audios, videos o imitaciones con rostros intercambiados de personas reales — celebridades, directivos corporativos o incluso individuos particulares — para otorgar legitimidad a operaciones fraudulentas.

Los estafadores pueden utilizar videollamadas generadas por IA para hacerse pasar por un director financiero de alto nivel e instruir a empleados a aprobar transferencias urgentes o divulgar información confidencial. Las conversaciones parecen auténticas tanto en tono como en movimiento, respaldadas por modelos de voz entrenados con grabaciones públicas.

Las videollamadas en vivo con deepfakes representan una amenaza aún mayor: los atacantes pueden participar directamente en reuniones virtuales, imitando la voz y la apariencia de otra persona con el fin de engañar a empleados y obtener credenciales de acceso o autorizar transferencias ilícitas.

2. Phishing conversacional impulsado por IA e identidades sintéticas

Los modelos generativos (LLMs) han llevado el phishing a una nueva dimensión. En lugar de mensajes vagos o mal redactados, los ataques actuales son contextuales, personalizados y redactados con un tono fluido y convincente.

Al mismo tiempo, las identidades sintéticas — creaciones completas de personalidad, documentos y historiales — se elaboran con herramientas de IA para superar procesos de verificación o abrir cuentas de crédito. Estas falsificaciones son hoy más difíciles de distinguir de los solicitantes reales que nunca.

3. Agentes de fraude autónomos y orquestación

Ya no se trata de operadores humanos que envían correos o hacen llamadas una por una. Los atacantes ahora implementan agentes basados en LLM que pueden planificar campañas, gestionar diálogos y responder en tiempo real.

Estos agentes son capaces de mantener conversaciones persuasivas, con tono emocional adaptable y estrategias realistas de manipulación, haciendo que la ingeniería social sea escalable.

4. Modelos híbridos y encadenamiento de herramientas

En muchas operaciones, los delincuentes combinan supervisión humana con herramientas de IA. Pueden usar IA para generar guiones de identidad o datos biométricos falsos, e intervenir manualmente donde se requiere lógica adaptativa. Esta estructura híbrida les permite aprovechar las fortalezas de la IA y compensar sus limitaciones.

5. Grooming financiero y estafas de inversión (“pig butchering”) con asistencia de IA

En estafas a largo plazo — conocidas como grooming financiero o “pig butchering” — los estafadores desarrollan una relación de confianza con la víctima durante semanas o meses antes de ejecutar la estafa.

La automatización impulsada por IA les permite sostener interacciones fraudulentas prolongadas, simulando señales de confianza y confirmaciones falsas.

La magnitud es alarmante: solo en Estados Unidos, se espera que el fraude con IA generativa alcance los 40 mil millones de dólares para 2027, según el Deloitte Center for Financial Services.

Generative AI fraud in the U.S. alone is expected to reach $40 billion by 2027, according to the Deloitte Center for Financial Services.

Los intentos de fraude con deepfakes aumentaron un 3.000% en 2023 en comparación con el año anterior. América del Norte se ha convertido en el principal objetivo, con un aumento de aproximadamente 1.740% en los casos de fraude con deepfakes entre 2022 y 2023. El impacto financiero sigue creciendo: solo en el primer trimestre de 2025, las pérdidas en la región superaron los 200 millones de dólares. La región de Asia-Pacífico muestra una tendencia similar, con un incremento interanual cercano al 1.530% en los fraudes relacionados con deepfakes. Este crecimiento acelerado evidencia cómo la IA generativa ha amplificado las operaciones de fraude a una escala sin precedentes.

Detección y prevención: estrategias que funcionan

Defenderse del fraude impulsado por la IA generativa requiere ir más allá de la verificación estática y adoptar sistemas adaptativos y ricos en datos. Los métodos tradicionales de verificación –como el escaneo de documentos o los controles biométricos– tienen limitaciones frente a identidades sintéticas o generadas por IA.

El verdadero cambio consiste en combinar múltiples capas de inteligencia: analítica de dispositivos y de comportamiento que revela cómo y desde dónde ocurren las interacciones; análisis forense de contenido que verifica la autenticidad de voz, imagen y texto; y modelos dinámicos de risk scoring que integran estas señales en tiempo real.

En conjunto, estos métodos permiten a las instituciones financieras reconocer no solo los datos que se muestran en la superficie, sino la verdadera naturaleza de la entidad que está detrás de la pantalla.

1. Autenticación de contenido multimodal

Dado que la IA generativa puede producir voz, video, imagen y texto sintéticos, las defensas deben evaluar cada medio de forma crítica y verificar su coherencia entre sí:

  • Análisis forense y detección de anomalías: identificar inconsistencias de movimiento, errores de iluminación o desincronización entre audio y video, comunes en los deepfakes.
  • Verificación cruzada de atributos de identidad: comparar imágenes o videos enviados con datos previamente verificados o perfiles históricos del dispositivo.
  • Protocolos de desafío-respuesta: durante la verificación en vivo, solicitar gestos o palabras aleatorias que obliguen a una adaptación en tiempo real –algo que la mayoría de los sistemas generativos aún no pueden lograr–.
  • Revisión de metadatos y señales: inspeccionar marcas de tiempo, rastros de codificación y metadatos de cámara que suelen eliminarse o alterarse en procesos de generación sintética.

2. Detección basada en comportamiento e interacción

La IA generativa puede reproducir texto o imágenes con gran precisión, pero tiene dificultades para imitar el ritmo y la diversidad natural del comportamiento humano.

La analítica de comportamiento ayuda a detectar esta diferencia mediante el análisis de micro-patrones de interacción: movimientos del cursor, velocidad de desplazamiento, presión de toque, tiempo de permanencia o ritmo de escritura y navegación.

  • Firmas de comportamiento dinámicas: cada usuario legítimo desarrolla un ritmo sutil y constante a lo largo de sus sesiones. Los agentes de IA, máquinas virtuales o scripts automáticos muestran curvas de movimiento planas o repetitivas.
  • Análisis de latencia y cadencia: los tiempos de respuesta humanos fluctúan de manera natural; los bots impulsados por IA tienden a mantener una consistencia mecánica.
  • Analítica conversacional: desviaciones semánticas, cambios de tono poco naturales o una coherencia excesiva pueden indicar respuestas sintéticas.
  • Desafíos de múltiples pasos: incorporar tareas que requieran razonamiento paralelo –como relacionar contexto o confirmar intención– más allá de lo que una lógica programada puede manejar.

3. Inteligencia de dispositivos: la capa invisible de defensa contra el fraude

Mientras los datos de comportamiento revelan cómo actúa una entidad, la inteligencia de dispositivos identifica desde dónde lo hace.

Esta capa es especialmente poderosa frente al fraude impulsado por IA o identidades sintéticas, donde los identificadores tradicionales del usuario pueden estar ausentes o manipulados.

  • Identificadores únicos y estables del dispositivo: las soluciones avanzadas de inteligencia de dispositivos crean un ID independiente y persistente que se mantiene estable incluso después de reinicios, enmascaramiento del navegador o virtualización. Este ID vincula las señales de riesgo con una huella técnica y de comportamiento, en lugar de basarse en datos personales.
  • Detección de entornos virtuales: muchos intentos de fraude con IA se originan en máquinas virtuales, emuladores o sesiones anonimizadas. La inteligencia de dispositivos puede detectar patrones de aleatorización, sensores falsificados o discrepancias del sistema –señales de que el “dispositivo” podría no ser real–.
  • Precisión sin datos personales (non-PII): al basarse únicamente en parámetros técnicos –sin cookies, sin seguimiento del usuario ni datos personales– este enfoque cumple con la privacidad y, al mismo tiempo, proporciona sólidas señales de correlación de fraude.
  • Monitoreo a nivel de sesión: cada conexión nueva se analiza en tiempo real. Incluso si el estafador cambia la IP, el sistema operativo o el agente de usuario, la continuidad a nivel de dispositivo expone las relaciones ocultas entre sesiones fraudulentas.

Mientras los procesos tradicionales de KYC pueden ser manipulables, la inteligencia de dispositivos ofrece una capa técnica confiable que refleja señales genuinas del entorno y del comportamiento. Se convierte en el tejido conector que une patrones sintéticos a través de diferentes identidades y periodos de tiempo.

4. Risk scoring de identidad y detección de identidades sintéticas

  • Consistencia y agrupación de atributos: correlacionar nombre, dirección, dispositivo y patrones de comportamiento; las identidades sintéticas suelen mostrar relaciones de datos incompletas o sobreajustadas.
  • Anomalías en el proceso de onboarding: detectar verificaciones KYC completadas con una rapidez inusual o múltiples registros desde un mismo entorno técnico.
  • Análisis de vínculos basado en grafos: construir grafos de identidad entre dispositivos y cuentas para identificar infraestructura compartida –VPN, ID de sistema o coincidencias de telemetría– que revelen redes de fraude.

5. Detección de agentes en tiempo real y defensa contra la orquestación

  • Huella digital de agentes: rastrear patrones de respuesta repetitivos, cadenas de errores idénticas o demoras similares en la ejecución entre múltiples cuentas.
  • Pruebas adversariales: introducir preguntas irregulares o cambios de contexto durante la verificación para forzar inconsistencias lógicas en agentes de LLM.
  • Honeypots y entornos señuelo: crear trampas controladas que atraigan a agentes de fraude impulsados por IA, generando datos etiquetados para reentrenar los modelos de detección.

6. Inteligencia colaborativa y aprendizaje adaptativo

El fraude evoluciona mediante la imitación; la defensa debe evolucionar mediante la retroalimentación.

  • Intercambio y correlación de señales: compartir de forma anonimizada marcadores de riesgo de dispositivos y comportamiento entre instituciones de confianza para identificar más rápidamente los clústeres de fraude interplataforma.
  • Reentrenamiento continuo: actualizar los modelos con los últimos patrones generados por IA, garantizando que el sistema reconozca nuevas texturas, voces y estructuras de sesión.
  • Risk scoring explicable: proporcionar diagnósticos claros sobre por qué una sesión fue marcada –ayudando a los equipos de cumplimiento y auditoría a rastrear la ruta de decisión–.

7. Supervisión humana en el ciclo de decisión

Incluso con la automatización más avanzada, la supervisión experta sigue siendo esencial.

Los analistas revisan casos ambiguos, supervisan las escalaciones y garantizan que la toma de decisiones siga siendo transparente y responsable. Estas capas técnicas forman la base, pero el componente humano sigue siendo indispensable. Los modelos de defensa más sólidos combinan la precisión de la IA con el juicio humano y controles de cumplimiento claros –creando un equilibrio donde la automatización mejora la exactitud sin reemplazar la responsabilidad–.

El camino a seguir: qué viene en el fraude con IA generativa

1. Ecosistemas de Fraude como Servicio (FaaS)

Las herramientas sofisticadas de fraude se están volviendo productos comerciales. Servicios de deepfake, generadores de guiones conversacionales y kits de identidad sintética se venden abiertamente en mercados del dark web, reduciendo la barrera de entrada para el crimen organizado.

2. Fraude autónomo impulsado por agentes

Investigaciones como ScamAgent demuestran que los LLM pueden simular llamadas fraudulentas de múltiples turnos con lógica persuasiva. A medida que mejora la integración con clonación de voz y modulación emocional, se prevé la aparición de operaciones de fraude totalmente autónomas.

3. Ciclos adversariales adaptativos

Los atacantes entrenarán sus modelos para evadir los detectores, lo que obligará a los defensores a implementar ciclos de reentrenamiento adversarial. Esta dinámica de “IA contra IA” definirá la próxima era de la prevención del fraude.

4. Marcos regulatorios y reconocimiento legal

Se esperan definiciones legales más claras sobre identidad sintética y engaño basado en IA, junto con requisitos de transparencia, normas de marca de agua y mandatos de trazabilidad para el contenido generativo.

5. Convergencia entre industrias

Las tácticas de fraude se expandirán cada vez más entre los ecosistemas de crédito, pagos y seguros, impulsando una colaboración más estrecha entre instituciones financieras, reguladores y proveedores tecnológicos.

Tome acción

El fraude con IA generativa ha pasado de casos aislados a un desafío medible y creciente en los ecosistemas digitales.

En JuicyScore, ayudamos a las organizaciones a fortalecer su evaluación de riesgo mediante inteligencia de dispositivos y analítica de comportamiento bajo un enfoque privacy-first, que revela patrones ocultos que ningún modelo generativo puede enmascarar.

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Puntos clave

  • La IA generativa ha redefinido la naturaleza del fraude –de ataques predefinidos a algoritmos adaptativos capaces de imitar el comportamiento real del usuario–.
  • Deepfakes, phishing impulsado por IA, identidades sintéticas y agentes autónomos representan las amenazas más críticas para las instituciones financieras.
  • Los controles tradicionales, como contraseñas o verificación documental, no pueden detectar de forma confiable contenido generado por IA o identidades sintéticas.
  • La defensa efectiva requiere inteligencia en capas –combinando analítica de dispositivos y comportamiento, análisis forense de medios y modelos dinámicos de risk scoring–.
  • El análisis de comportamiento detecta patrones de interacción que los sistemas generativos no pueden replicar, como ritmo natural, pausas o conciencia contextual.
  • La inteligencia de dispositivos expone virtualización, aleatorización y entornos falsificados, revelando la “verdad técnica” detrás de cada sesión.
  • El risk scoring de identidad en tiempo real, el análisis de vínculos y el reentrenamiento adaptativo fortalecen la prevención de fraude en múltiples canales.
  • La colaboración y el intercambio de inteligencia entre instituciones son esenciales, ya que las tácticas de fraude evolucionan más rápido que los modelos estáticos.
  • La supervisión humana sigue siendo una salvaguarda crítica –asegurando transparencia, trazabilidad y gobernanza ética en la detección automatizada–.
  • El futuro de la prevención del fraude dependerá de arquitecturas flexibles y privacy-first que evolucionen tan rápido como la propia IA generativa.

FAQs

¿Qué es el fraude con IA generativa?

Es una forma de engaño en la que los estafadores utilizan modelos generativos –LLMs, deepfakes o identidades sintéticas– para hacerse pasar por personas reales o crear identidades falsas con fines financieros.

¿Pueden los agentes de IA cometer fraude de forma autónoma?

Cada vez más. Los agentes de IA pueden gestionar múltiples conversaciones simultáneas, adaptarse al usuario e incluso manejar enlaces de pago, haciendo que la escala sea una amenaza mayor que nunca.

¿Cómo pueden los bancos detectar deepfakes o ataques basados en IA?

Mediante la combinación de inteligencia de dispositivos, analítica de comportamiento y análisis forense de medios –verificando no solo lo que el usuario muestra, sino cómo y desde dónde actúa–.

¿Por qué es importante la inteligencia de dispositivos frente al fraude impulsado por IA?

Porque revela el entorno real detrás de la interacción. Incluso si una persona generada por IA parece legítima, la huella del dispositivo, las señales del sistema o la continuidad de la sesión suelen delatar que es sintética o virtualizada.

¿Qué detecta la analítica de comportamiento que los modelos de IA no pueden ocultar?

El comportamiento humano a nivel micro –movimientos del cursor, ritmo de escritura, pausas naturales o cambio de contexto– que los sistemas generativos no pueden reproducir de forma auténtica.

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